Estabamos hartos de piscina, y necesitabamos un entorno más natural. Por eso, hicimos una corta visita al río Alberche, cerca del Pantano de San Juan. Alli pudimos practicar diferentes modalidades de saltos acrobaticos y comprobamos como nuesta circulación sanguinea se ponía a tope con la temperatura del agua. ¡Qué fría!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario